Proyecto con el nombre propio
AGENDA PERSONAL
El propio nombre se trabaja a través de actividades habituales o juegos pero puede ser también el eje de un proyecto; un índice telefónico; un libro de nombre de varones y mujeres con el propósito de dejar en la biblioteca para que sea consultado por las familias cuando esperan a un nuevo bebé; la elaboración de un fascículo que informe sobre el significado, país o cultura de donde provienen los nombres de cada uno. En esta oportunidad incluimos la planificación de una agenda personal dejando abierta las otras propuestas para que usted decida cómo realizarlas.
En la vida cotidiana, usamos agendas que permiten guardar memoria de datos de personas conocidas y también de acontecimientos que no se quieren olvidar o de tareas planificadas. Al usar la agenda, los niños descubren su función, escriben sus nombres y los de otros decidiendo su ubicación en el directorio y analizan qué información es necesario anotar para no olvidar y en qué lugar hacerlo. Todo esto les permite reflexionar sobre las letras de nuestro alfabeto y su orden así como enfrentarse con letras y números tal como se usan en la vida social. La importancia de la agenda consiste en las prácticas de lectura y escritura que los niños van a desarrollar con ella. Si usted puede garantizar que todos tengan una libretita agenda con índice telefónico como las que se venden en las librerías, le conviene esa opción. Si este recurso no está disponible, se puede hacer algo similar: reúnan varias hojitas en blanco y abróchelas; coloque las letras -imprenta, mayúsculas y en orden alfabético- con sellos, letras autoadhesivas o escritas con un marcador.
Producto final
Una agenda que reúne los datos de todos los miembros del grupo de niños de la clase y otras informaciones que se considera importante conservar.
Duración aproximada
Un mes de confección y se usa todo el año.
Propósitos didácticos
Si el docente genera ciertas condiciones didácticas se espera que los alumnos puedan:
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Reconocer la función de la escritura para guardar memoria.
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Reconocer y reproducir el propio nombre y el de sus compañeros.
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Avanzar en la reflexión sobre el sistema de escritura alfabético.
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Conocer todas las letras de nuestro abecedario.
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Identificar alguno de los usos de los números (números telefónicos, fechas de cumpleaños, numeración de las calles para anotar el domicilio).
Etapas previstas
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Producir fichas con los datos personales.
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Leer su ficha y la de otros.
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Interactuar con el índice telefónico.
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Completar el índice telefónico por sí mismos.
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Aprender a usar la agenda.
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Usar cotidianamente la agenda.
Producir fichas con datos personales
Prepare fichas donde estén escritos los nombres de los niños. Es importante que todas sean iguales. Además del nombre, la ficha tiene que contar con otros datos personales que serán utilizados al confeccionar el índice telefónico (domicilio, fecha de nacimiento, número de teléfono). Las fichas quedarán en un fichero, en algún lugar del aula, a disposición de los alumnos.
Leer su ficha y la de otros
Se trata de brindar diversas y sistemáticas situaciones en las que los niños tengan oportunidad de leer su ficha y la de sus compañeros. Para empezar, puede dar su ficha a los niños, informándoles que efectivamente ésa es la ficha personal de cada uno, y pedirles que localicen dónde está escrito su nombre. Puede preguntar también si reconoce otros datos. Luego, realice una puesta en común para hacer circular la información de cómo encontraron algunos niños los datos preguntando si en las otras fichas también están.
Juan dice que está su día de cumpleaños que es el…¿alguien más encontró su día de cumple?, ¿cómo se dieron cuenta?
Algunos días más tarde, reparta las fichas pero “equivocadamente” y solicite que cada uno le entregue su ficha al dueño. En otra ocasión, pida a dos ayudantes que las repartan; es importante que los que reciben validen si efectivamente les tocó su ficha dando algún tipo de argumentación. Para ello, es necesario preguntarles:
¿Cómo se dio cuenta tu compañero que ésta es tu ficha?, ¿estás de acuerdo? ¿Por qué otra cosa más te podés dar cuenta?
Será interesante que –en algunas ocasiones- usted comparta las justificaciones dadas por el niño que entrega la ficha y por el que la recibe con el resto del grupo con el fin de que otros niños puedan tomarlas en cuenta.
Interactuar con el índice
Cuando los niños ya están familiarizados con las fichas y con los datos que allí se presentan, muéstreles el índice, pregunte si alguien sabe de qué se trata y comunique qué hará el propio para que todos tengan guardados datos relevantes sobre los compañeros. Haga evidente que la libreta tiene letras; dé tiempo para que las miren; infórmeles que están en el orden del abecedario, por eso en todos está igual. Puede preguntar si está la primera de Juan, la primera de Victoria, etcétera…
¿Dónde pondríamos los datos de Camila?, ¿y los de Tomás?
Deje tiempo para que los niños localicen las letras iniciales, pase por los bancos y mire qué está sucediendo… Puede empezar escribiendo en el pizarrón los datos de la escuela y proponer una situación de copia en sus propias agendas. Continuar luego con otros datos considerados útiles como el teléfono de los bomberos, de alguna sala de emergencias, etcétera.
Completar el índice por sí mismos
En días subsiguientes, cada uno de los niños, en el mismo momento, elige la ficha de un compañero y copia los datos en su agenda. A pesar de que ya se reflexionó sobre el lugar adecuado para escribirlos puede pasar que los niños empiecen a anotar el lugar donde encuentran la primer letra del nombre (ya sea al principio, en el medio o al final de la página) o de derecha a izquierda por querer incluir a la letra impresa como inicial del nombre a escribir. Recorra las mesas ayudando a los niños a tener claro el lugar y la dirección adecuada para transcribir los datos de sus compañeros. Para algunos niños, el tiempo destinado a la actividad alcanzará sólo para escribir el nombre y el teléfono (si lo tuviera) o la fecha de cumpleaños. Es suficiente en principio; otros niños podrán, en ese mismo momento, reproducir todos los datos. Es probable que encuentre muy distintas resoluciones para la misma propuesta.
La agenda
La libreta tiene unas hojas que pueden rotularse con los nombres de los meses del año y usarse para agendar acontecimientos o tareas que no se quieran olvidar: saludar a un compañero que cumple años, asistir a una fiesta patria, ir de excursión, traer un material, etcétera. Estas escrituras son propuestas para que los niños escriban por sí mismos.
Entregue a los niños cartelitos con los nombres de los meses y acompáñelos para que lo peguen en la parte superior de la hoja correspondiente. Ofrezca observar el almanaque del aula para saber en qué orden tienen que pegar los cartelitos o bien, vaya al almanaque, lea el nombre de los meses en el orden de aparición y que los chicos busquen entre todos sus cartelitos el que corresponde.
Aprender a usar la agenda
Para que los niños se habitúen a agendar sus actividades, es conveniente realizar la primera escritura en conjunto, en alguna ocasión que sea importante recordar: una reunión de padres, una fiesta escolar, una excursión, un material a traer, etcétera. Conversen sobre qué anotarán y dónde. Una vez que se pusieron de acuerdo, cada niño escribe individualmente lo acordado pero con permiso para conversar entre ellos acerca de cómo lo están escribiendo.
Usar cotidianamente la agenda
A lo largo del año, sigan usando la agenda índice colectivamente, autorice y aliente el uso personal:
No se olviden de agendar la fecha en que tienen que devolver el libro de la biblioteca
Tienen el teléfono de… porque lo necesito.
¿Tienen agendado el cumpleaños de sus primos para no olvidarse de saludarlos?

